jueves, 5 de diciembre de 2013

Histórica resolución de la ONU: “La seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad”






La Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó
por unanimidad el 27 de noviembre la resolución “La seguridad de los
periodistas y la cuestión de la impunidad” [A/C.3/68/L.40/Rev.1] que
propicia la seguridad de los periodistas y aboga por el fin de la
impunidad de los asesinatos, cada vez más frecuentes en todo el mundo.
Los grandes medios dieron poca difusión a este acuerdo, centrando sólo
su atención en la proclamación del 2 de noviembre como "Día
Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra
Periodistas", pero pasaron por alto los otros 7 temas que contiene el
documento (se adjunta texto completo en castellano). La resolución
solicitó al Secretario General que en su 69º período de sesiones, en
2014, informe a la Asamblea General sobre la aplicación de este
acuerdo.





La ONU reconoció también los riesgos específicos que enfrentan las
mujeres periodistas en el ejercicio de su profesión y subrayó “la
importancia de adoptar un enfoque que tenga en cuenta las cuestiones
de género a la hora de considerar medidas para garantizar la seguridad
de los periodistas”. La victimización de la mujer periodista padece
del ingrediente adicional del machismo, un factor devastador en
América Latina, África y países árabes, también presente en latitudes
“civilizadas” como España, Rusia y otras.



La resolución significa que después de varios años de denuncias,
debates e informes, la ONU “insta”, “exhorta” y “solicita” que los
países miembros adopten legislaciones para proteger el trabajo de los
(las) periodistas y aborden como tarea de Estado poner fin a la
sombría matanza de trabajadores de prensa, además de terminar con la
impunidad que históricamente protege a los autores intelectuales de
estos asesinatos.



Los asesinatos de periodistas se han incrementado en países que
padecen guerras promovidas por Estados Unidos y sus adláteres de la
OTAN, como ocurre hoy en Siria y Libia, o en naciones sumergidas en la
violencia y prácticamente destruidas o transformadas en “inviables”
por invasiones estadounidenses –como acontece en Somalia, Afganistán e
Irak–, o invadidas por el neo-colonialismo de Francia –con apoyo
logístico de EEUU–, como está ocurriendo hoy en Malí, países donde los
corresponsales extranjeros suelen ser más vistos como propagandistas
de las potencias invasoras, que como reporteros de guerra imparciales.




Precisamente, el 2 de noviembre fue adoptado como "Día Internacional
para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas" por
el reciente asesinato 2013 de Claude Verlon y Ghislaine Dupont,
enviados especiales de Radio Francia secuestrados y asesinados en Mali
por rebeldes que luchan contra los franceses y el gobierno de Ibrahim
Boubacar Keita, elegido en septiembre bajo la ocupación neo colonial
iniciada en enero 2013 por François Hollande, invocando “la
normalización democrática para que la nación africana recupere su
estabilidad”.



Un día mejor para el periodismo “sin fronteras ideológicas” pudo ser
el 8 de abril, en memoria de los periodistas “no incrustados” en las
tropas estadounidenses convertidos en blancos artillería en 2003
durante dos ataques deliberados de EEUU en Bagdad, uno que dio muerte
al reportero español José Couso, de Telecinco, y al periodista
ucraniano Taras Protsyuk, de la agencia Reuter, cuando un tanque M1
Abrams disparó contra el Hotel Palestina de la capital irakí, y la
muerte –más temprano, el mismo día– de Tarek Ayoub, reportero de 35
años de la cadena Al Jazeera, de Qatar, cuando EEUU atacó las sedes
iraquesas de esa red y de la cadena Abu Dabi TV, de los Emiratos
Árabes Unidos. El juez español Santiago Pedraz acusó a tres militares
estadounidenses por estos asesinatos: el sargento Shawn Gibson, el
capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip DeCamp. Los tres
fueron acusados de homicidio y la comisión de un delito contra la
comunidad internacional, en un juicio boicoteado por los gobiernos
hispanos de turno y la Fiscalía que todavía impulsa en Madrid el
abogado Enrique Santiago Romero.



Panorama latinoamericano

En 2013 diversas organizaciones han reportado que en todo el mundo
hasta más de 80 periodistas fueron asesinados y en el 70% de los casos
está comprobado que murieron por ejercer su profesión. En América
Latina, donde no existe ninguna guerra propiamente tal, hasta hoy
fueron asesinados 25 comunicadores, descartando casos con móviles
ajenos a la profesión. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
El Salvador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay fueron las únicas
naciones latinoamericanas de 38 que patrocinaron el proyecto de
resolución de la Tercera Comisión (DDHH), que será aprobado por
unanimidad en el plenario de la Asamblea General.




Los países más afectados por los asesinatos de periodistas en la
región en 2013, de acuerdo a los registros de la Comisión
Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación
Latinoamericana de Periodistas (FELAP) fueron Brasil (7), México (5),
Colombia (4), Guatemala (4), Honduras (3), Nicaragua (1) y Perú (1).



Aunque la resolución ONU no tiene carácter “vinculante” –e incluso,
muchos países miembros, como Israel y otros, han ignorando centenares
de resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad–,
los estados deberán avanzar motu propio por un nuevo camino ético
donde la mayor responsabilidad en los asesinatos de periodistas y
trabajadores de prensa recae en funcionarios armados o policíacos del
Estado, dependientes de poderes políticos federales, estadales y
locales, y muchas veces asociados al delito. Por ejemplo en México,
que no patrocinó el acuerdo pero votó a su favor, la mayoría de los
crímenes llevan esa impronta.



Hasta el momento, sólo tres países de América Latina han creado
mecanismos de protección a los periodistas, México, Colombia y
Guatemala, naciones que precisamente exhiben los más altos índices de
asesinatos de periodistas y comunicadores de las últimas décadas. El
mecanismo de México, la Ley para la Protección para Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, fue promulgado el 25 de
junio de 2012, pero desde entonces han asesinado a otros 5
periodistas. En la última década, asesinaron a 83 y otros 12 están
desaparecidos. México, sin estar en guerra, es el país más peligroso
del mundo para ejercer el periodismo, en particular el género
policial, ratificó el sábado 30 de noviembre un informe de la RTVE de
España, “Periodistas mexicanos: entre el plomo o la plata”, realizado
por Javier Gutiérrez y digno de verse (10’).



En Colombia se creó el Comité Nacional de Impulso del Proceso de
Reparación Colectiva a Periodistas, en virtud de la Ley 1448 de 2011,
o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, que está en las fases del
registro e identificación de propuestas para la reparación integral a
periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que han sido
víctimas del conflicto armado a través de acciones de paramilitares,
la guerrilla, bandas criminales (Bacrim) y/o la fuerza pública. La
presidenta de la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper),
Adriana Hurtado, presentó en 2013 propuestas encaminadas a fortalecer
las condiciones de seguridad y dignidad del trabajo periodístico, así
como el derecho a informar y recibir información; y además, solicitó
aumentar en el Comité la representatividad de periodistas de las
regiones.



El “Programa de Protección a Periodistas” de Guatemala, establecido a
fines de noviembre 2013, es una iniciativa gubernamental que involucra
al Ministerio del Interior, la Fiscalía y la Secretaría de
Comunicación Social de la Presidencia, entre otras instancias
públicas, privadas y organizaciones de periodistas y empresarios de
prensa, para articular una mesa de trabajo abocada a los casos de
violencia y una instancia donde los periodistas puedan denunciar los
frecuentes atentados. En su instalación estuvo presente la
vicepresidenta Roxana Baldetti, periodista a quien atribuyen un
historial de censora de la prensa cuando fue subsecretaria de
comunicación del ex presidente Jorge Serrano Elías (1991-1993).



Contenidos de la Resolución

La resolución "condena inequívocamente todos los ataques y la
violencia contra los periodistas y los trabajadores de los medios de
comunicación, como los actos de tortura, las ejecuciones
extrajudiciales, las desapariciones forzadas y las detenciones
arbitrarias, así como la intimidación y el acoso tanto en las
situaciones de conflicto como en otras situaciones".



También acuerda solicitar a la Unesco "que, en consulta con las
entidades pertinentes del sistema de Naciones Unidas y teniendo
presentes las disposiciones del anexo de la resolución 1980/67 del
Consejo Económico y Social, de 25 de julio de 1980, facilite la
celebración del Día Internacional en colaboración con los Gobiernos y
las partes interesadas pertinentes".



Asimismo, instó a los Estados Miembros "a que hagan todo lo posible
por prevenir la violencia contra los periodistas y trabajadores de los
medios de comunicación, asegurar la rendición de cuentas por medio de
la realización de investigaciones imparciales, prontas y eficaces
de todas las denuncias de presuntos actos de violencia contra
periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que competan
a su jurisdicción, llevar a los autores de esos delitos ante la
justicia y ofrecer a las víctimas posibilidades de recurso
apropiadas".



Además, “exhortó a los Estados a promover un entorno seguro y propicio
en que los periodistas realicen su labor de manera
independiente y sin interferencias, mediante a) la adopción de
medidas legislativas; b) la realización de actividades de
sensibilización en el sistema judicial y entre los funcionarios
encargados de hacer cumplir la ley y el personal militar, así como
entre los periodistas y en la sociedad civil, acerca de las
obligaciones y los compromisos contraídos en virtud del derecho
internacional de derechos humanos y el derecho internacional
humanitario en relación con la seguridad de los periodistas; c) la
vigilancia y denuncia de los ataques contra periodistas; d) la condena
pública de esos ataques; y e) la asignación de los recursos necesarios
a la investigación de tales actos y el enjuiciamiento de sus autores".



El acuerdo invitó a los organismos, organizaciones, fondos y programas
pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, así como a los Estados
Miembros, a que consideren la posibilidad de designar centros de
coordinación para el intercambio de información sobre la aplicación
del Plan de Acción de las Naciones Unidas sobre la Seguridad de los
Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, en cooperación con los
Estados Miembros y bajo la coordinación general de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura".



Política ONU respecto a periodistas

La Asamblea General fundamentó su resolución con bastante certeras
apreciaciones sobre la situación actual del periodismo:

• Afirmó que el periodismo está en constante evolución y ha llegado a
incluir las aportaciones de los medios de comunicación, los
particulares y una serie de organizaciones que buscan, reciben y
difunden todo tipo de información e ideas, tanto en línea como en los
demás medios de comunicación, en el ejercicio de la libertad de
opinión y de expresión, de conformidad con el artículo 19 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, contribuyendo así a dar
forma al debate público.

• Proclamó la importancia de la libertad de expresión y los medios de
comunicación libres en la creación de sociedades y democracias del
conocimiento inclusivas y en la promoción del diálogo intercultural,
la paz y la buena gobernanza.

• Admitió que la labor de los periodistas a menudo los expone a
riesgos concretos de intimidación, acoso y violencia.

• Reconoció que es considerable el número de personas cuyas vidas son
influidas por la manera en que se presenta la información y que el
periodismo influye en la opinión pública.

• Hizo presente que la impunidad de los ataques contra
periodistas constituye el principal obstáculo para el fortalecimiento
de la protección de los periodistas,

• Insistió en que los periodistas, los profesionales de los medios de
comunicación y el personal conexo que realice misiones
profesionales peligrosas en zonas de conflicto armado deberán
considerarse civiles y ser respetados y protegidos como tales,
siempre que se abstengan de emprender acciones que afecten
negativamente su condición de civiles.

• Expresó preocupación por la amenaza que plantean a la seguridad de
los periodistas los agentes no estatales, entre ellos los grupos
terroristas y las organizaciones delictivas.

• Reconoció los riesgos específicos a que se enfrentan las [mujeres]
periodistas en el ejercicio de su labor y subrayando, en este
contexto, la importancia de adoptar un enfoque que tenga en cuenta las
cuestiones de género a la hora de considerar medidas para garantizar
la seguridad de los periodistas.



Filosofía de la Resolución

La resolución también invocó principios generales que inspiran a la
ONU: “los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas”,
la Declaración Universal de Derechos Humanos (1) y tratados
internacionales de derechos humanos como el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (2), la Convención Internacional para la
Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas
(3) y los Convenios de Ginebra de 1949 (4) y sus Protocolos
Adicionales (5).




Los fundamentos de la resolución aludieron acciones anteriores de
Naciones Unidas en la misma dirección. Por ejemplo:

• El Plan de Acción de Naciones Unidas sobre Seguridad de los
Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, que hizo suyo la Junta de
los Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas para la
Coordinación el 12 de abril de 2012, en el que se invitaba a los
organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas a que trabajaran
con los Estados Miembros para que los periodistas y trabajadores de
los medios de comunicación pudieran desempeñar su función
libremente y en condiciones de seguridad, tanto en las situaciones de
conflicto como en otras situaciones, con miras a fortalecer la paz, la
democracia y el desarrollo en todo el mundo.

• Las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos 21/12, del 27
de septiembre de 2012, relativa a la seguridad de los periodistas;
20/8, del 5 de julio de 2012, relativa a la promoción, la protección y
el ejercicio de los derechos humanos en Internet; y 24/15, de 27 del
septiembre de 2012, relativa al Programa Mundial para la Educación en
Derechos Humanos, así como la decisión

24/116 del Consejo de Derechos Humanos, del 26 de septiembre de 2013,
relativa a una mesa redonda sobre seguridad de los periodistas, y la
resolución 1738 (2006) del Consejo de Seguridad, del 23 de diciembre
de 2006.

• Los informes del Relator Especial sobre la promoción y protección
del derecho a la libertad de opinión y de expresión (6) y del Relator
Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias
(7), presentados al Consejo de Derechos Humanos en su 20º período de
sesiones.

• El papel y las actividades de la Oficina del Alto Comisionado para
los Derechos Humanos y la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura respecto a la seguridad de los
periodistas y la cuestión de la impunidad.

• El informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos sobre buenas prácticas de
protección de los periodistas (8), presentado al Consejo de Derechos
Humanos en su 24º período de sesiones.

• La conferencia internacional sobre seguridad de los periodistas,
celebrada en Varsovia el 23 y 24 de abril de 2013, y sus
recomendaciones concretas.



Y la Asamblea General tomó nota de “las buenas prácticas de diferentes
países [no especificados, aunque probablemente se refería a México y
Colombia, entre otros] dirigidas a proteger a los periodistas, así
como, entre otras, de las prácticas destinadas a proteger a los
defensores de los derechos humanos que, según proceda, podrían ser
pertinentes para la protección de los periodistas”. Ahora sólo falta
que los gobiernos de los países miembros hagan lo suyo, legislen sobre
“periodicidio”, cumplan los tratados internacionales y apliquen sus
propias leyes contra el homicidio.



*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, presidente de la Ciap-Felap




Referencias y citas:

–Texto completo del acuerdo de la Asamblea General, adjunto en
castellano, formato pdf.

http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/LTD/N13/576/48/PDF/N1357648.pdf?OpenElement

– Informe Semanal de RTVE - Periodistas mexicanos: entre el plomo o la plata

Reportaje de Javier Gutiérrez transmitido el 30 de noviembre por RTVE de España.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-periodistas-mexicanos-entre-plomo-plata/2185047/

1 Resolución 217 A (III).

2 Véase la resolución 2200 A (XXI), anexo.

3 Resolución 61/177, anexo.

4 Naciones Unidas, Treaty Series, vol. 75, núms. 970 a 973.

5 Ibid., vol. 1125, núms. 17512 y 17513.

6 A/HRC/20/17.

7 A/HRC/20/22 y Corr.1.

8 A/HRC/24/23.

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